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La inteligencia artificial es una de las tendencias del momento. Su adopción por parte de empresas como Google, Amazon, Microsoft o Apple ha sido gradual en los últimos años, gracias a los avances en procesadores, almacenamiento, memoria o conectividad en la nube. Sin embargo, en los últimos meses, también se ha visto cómo la IA se está «apoderando» de los dispositivos móviles debido a la integración de aceleradores de IA en estos equipos.

Huawei fue pionera en este campo con la integración de la NPU en el SoC Kirin 970, que se incorporó al terminal Huawei Mate 10, primero, y al P20, después, para seguir avanzando con la familia Mate 20 y ahora con la Serie P30, con el procesador Kirin 980 en el caso de estas dos últimas familias de dispositivos. El Kirin 980 incluye dos NPU en vez de una, con el doble de capacidad para acelerar algoritmos y métodos computacionales de IA como los de machine learning o árboles de decisión.

Las especificaciones técnicas son solo una parte de la ecuación de la IA. La más importante, sin embargo, es su expresión mediante funcionalidades y aplicaciones que intervienen en la experiencia de usuario con el terminal. En este sentido, parece que, de hace unas semanas a esta parte, la inteligencia artificial ha pasado a un segundo plano mediático. No es que ya no tenga utilidad o que, ni mucho menos, haya desaparecido: tan solo se habla menos de ella. En la práctica, la IA sigue siendo una parte extremadamente importante de terminales como los Huawei P30 y P30 Pro.

Qué se entiende por IA

Llegados a este punto, conviene explicar que, cuando hablamos de IA, nos referimos a algoritmos que funcionan a partir de un “entrenamiento” pensado y programado para automatizar algunos procesos. No es que estemos ante un dispositivo «inteligente» en la acepción humana.

Es inteligente en tanto en cuanto, una vez que se ha diseñado y entrenado un algoritmo de, pongamos por caso, machine learning (ML), la IA será capaz de identificar, reconocer y procesar entidades tales como imágenes o datos para encontrar patrones que “caigan” dentro de determinadas categorías.

Así, la IA será capaz de «ver» entidades tales como líneas y formas geométricas en una imagen para alinearlas posteriormente en la realización de una foto en modo nocturno, pongamos por caso. O para estabilizar las imágenes o el vídeo en tiempo real, o para reconocer una figura humana para hacer que aparezca en color en un vídeo mientras el resto de la escena está en blanco y negro.

IA en las fotos

En los terminales P30 y P30 Pro, muchas de las funciones relacionadas con la fotografía giran alrededor de la IA. Desde el modo IA en la captura de fotos, que es la expresión más evidente de la inteligencia artificial; al Modo Noche, en el que se encarga de hacer una alineación extremadamente precisa de las fotos que la cámara va capturando para componer la imagen final; pasando por la estabilización de imagen, la cual se muestra altamente efectiva incluso cuando se usa el zoom de hasta 50x digital, equivalente a 1.350 mm de distancia focal en 35 mm.

Otra muestra de IA aplicada en el P30 y P30 Pro es HiVision, una funcionalidad de la cámara que permite emplear tecnología de reconocimiento de imágenes para identificar alimentos, tanto su identidad como su contenido calórico genérico y exacto, gracias a la capacidad del móvil y su sensor ToF para calcular el volumen del objeto en cuestión.

IA en la galería

Otro lugar donde encontramos que la IA juega un importante papel es en la galería de fotos. En ella, las imágenes se ordenan y clasifican a partir de múltiples y diferentes categorías de forma automática. Encontramos categorías más o menos evidentes como las que usan la ubicación para la clasificación, o las personas, y otras menos evidentes, que son las que usan elementos reconocibles en las imágenes que van al detalle concreto. En ocasiones, será un monumento que estemos fotografiando, como la Estatua de la Libertad o la Torre Eiffel; en otras, un edificio de interés especial.

También se crean álbumes de recuerdos temáticos alrededor de las imágenes que tienen algún tipo de conexión, ya sea temporal o de contenido. De este modo, tenemos otra forma más de encontrar y ver las imágenes que hayamos capturado.

En los vídeos también encontramos cómo el uso de la IA permite que el propio sistema cree clips de diez segundos con una selección de los mejores momentos del que hayamos subido. Lo hace automáticamente y nos da la opción de editarlos posteriormente para dejarlos a nuestro gusto.

IA en la gestión de energía

La gestión de batería en EMUI 9 también está condicionada por algoritmos de IA. Es una afirmación difícil de evaluar cuantitativamente, aunque Huawei lleva usando la IA desde la introducción de la NPU en el Kirin 970 para adecuar el uso de aplicaciones y procesos en segundo plano a cada usuario. EMUI cuenta con algoritmos de aprendizaje que van optimizando el uso de recursos y las aplicaciones.

IA en la biometría

El reconocimiento del rostro o el de las huellas dactilares es otro componente de la experiencia de usuario que está condicionada por el uso de la IA. Por un lado está el reconocimiento del rostro a partir de técnicas de identificación de patrones biométricos. Así, a través de la recopilación de datos, la identificación facial mejora la eficiencia en el reconocimiento.

 

IA en el vídeo

En el vídeo también encontramos tecnologías de inteligencia artificial aplicadas a la recreación de efectos diversos. Así, existen modos de vídeo con IA en los que toda la escena está en monocromo mientras que los sujetos están en color. Otros modos recrean el desenfoque en segundo plano al estilo del modo retrato de fotografía, pero en vídeo. También hay filtros para aplicar estéticas diferentes a la grabación de vídeo.

Procesamiento de imagen digital e inteligente

En fotografía clásica, con cámaras SLR, la información que proviene del sensor se procesa en el ISP como paso intermedio anterior a la creación de la imagen final. En el caso de los procesadores digitales de imagen o ISP de las cámaras tradicionales, las operaciones que se pueden llevar a cabo son inamovibles hasta que se instala un nuevo firmware. Son inamovibles y prácticamente siempre las mismas: reducción de ruido, corrección de distorsión o generación de efectos como HDR a través de la superposición de varias imágenes.

Finalmente, gracias a la IA que incorporan los móviles de Huawei, además del procesador de imagen «clásico» o ISP, tenemos la capacidad de usar algoritmos bastante más complejos, que dependen de software y no de firmware. Este software se ejecuta sobre el procesador del terminal móvil y hace uso también de la NPU, de la GPU o del propio procesador, para aplicar efectos complejos como el modo nocturno, el HDR o el efecto de desenfoque del modo retrato, entre otros.

Imágenes: Huawei